"El ser humano nunca se conforma, se dijo Mendel. Acaba de vivir un milagro y ya quiere ver el siguiente. ¡Aguarda, aguarda, Mendel Singer! Simplemente mira lo que ha sido de Menuchim, el tullido. Sus manos son finas. Sus ojos, inteligentes. Sus mejillas, suaves": JOSEPH ROTH
Del libro: JOB un hombre sencillo
Autor: Joseph Roth
Editorial: Acantilado
Fotografía: Monique
12 comentarios:
Hola amiga!
No he leído a este autor pero me gusta esta entrada.
¡Aguarda, aguarda, Mendel Singer!
Aguarda y observa las maravillas que nos rodean por doquier, también le diría yo!
Vivir ya es el milagro, no?
Que este fin de semana este llenito cariño.
Besos
Y luego esperamos por el siguiente, pero nunca llega...
Leí hace tiempo Hotel Savoy y La Leyenda del santo Bebedor y ninguno lo recuerdo especialmente.
La frase que has colgado tiene mucho de lucidez y hasta misticismo.
(lo de Mendel me recordó al librero)
Un abrazo, querida Monique
No conozco nada de este autor, pero este fragmento es suficientemente convincente como para hacerlo.
Qué alegría, querida amiga.
Te dejo una estela de besos.
Mi visión al respecto es la del inconformismo humano, siempre queriendo más y si obra el milagro, queremos otro... así somos.
Saludos desde este lado, Monique
No te dije que la foto me encanta. Ese rastro de vida en el semblante me parece bellísimo.
Un abrazo, querida Monique
El ser humano tiene un espíritu insaciable...
Profunda reflexion, mi querida Monique. El caballero de la foto se me parece un poco a Ernest Heminway, cuya casa conoci hace un tiempo en Key West(Florida).
Un abrazo grande.
Es que nunca estamos llenos de ellos.
:)
Abrazo.
Puede ser que seamos mortales ¡PERO RESPIRAMOS ETERNIDAD!
Hola
Me has incitado a leer a Roth con este post.
Saludos
Tengo que leer a J. Roth.
Buena reflexión.Alguien me comentó una vez que en la esencia humana predomina ese afán de " búsqueda insaciable" intentando acaparar la felicidad.Es como una especie de "ansiedad insatisfecha"....
Sería bueno aprender a celebrar cada "milagro" con calma y plenitud .Aún los mínimos milagros cotidianos.
Detener el tiempo en el disfrute de "momentos" para que nos abriguen con el paso del tiempo.
Besos.
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