miércoles, enero 07, 2015

MUERE JULIO SCHERER: PERIODISTA INDOMABLE E INCÓMODO DEL GOBIERNO MEXICANO


Hoy, el mensaje de un amigo me despertó: Murió Julio Scherer; estamos de luto! Instantes después algunas llamadas y más mensaje llegaban; sabían de mi admiración y cariño por él. Reproduzco estas líneas que escribí en este mismo espacio el 17 de Febrero del 2007.

I Parte.

Antes del último adiós: Julio, Julito...


Perteneces a una especie en peligro de extinción. Tercer hijo del matrimonio de Pablo Scherer y Paz García. Eres Intenso y exhaustivo. Te nombran periodista incómodo del sistema político mexicano. Incorruptible. Verdadero. Tierno, cálido y bueno. Combativo. Formador de viejos y jóvenes. Tu nombre es sinónimo de libertad de expresión. Naciste el 7 de abril de 1926 en la ciudad de México. Estudiantes derecho y filosofía. Practicas la natación pese a tu cansada edad. Disfrutas del el vino tinto y el jazz. Te fascina escribir. Tu pasión por la verdad, no tiene límites. Desnudaste y exhibiste al poder mexicano. Te rasgan el alma: la mentira, la muerte de niños inocentes, el dolor, la miseria. Eres implacable contra los poderosos y justo con los que poco poseen. Hoy, vives para tus amigos: Gabriel García Márquez(+), José Emilio Pacheco(+), Vicente Leñero(+), Enrique Maza, Miguel Ángel Granados Chapa(+), Carlos Monsiváis(+), Elena Poniatowska.


Trabajaste 32 años en el periódico Excélsior de los 18 a los 50, primero de mandadero, reportero, jefe de redacción, director editorial y director general. Allí amaste a Susana para siempre, te casaste con ella; allí nacieron tus hijos; allí conociste a los amigos y enemigos; allí surgieron tus pasiones y enfriamientos. Construiste el mejor periódico libre de México.

 Al "Excélsior" de Scherer fueron convocadas las mejores plumas periodísticas, los intelectuales más reconocidos, artistas y hombres de la cultura, a edificar  el mejor esfuerzo editorial del país conocido hasta entonces. Aquella tarde de noviembre te mataron y resucitaste.


Tras un golpe sucio del gobierno del Presidente Luis Echeverría en julio de 1976 te echaron del periódico Excélsior al que dirigiste durante 8 años, cargabas con 50 años. En tus propias palabras:“En la segunda mitad de 1976, expulsado del periódico Excélsior por un sistema que se soñó imbatible, tuve el impulso de abandonar el trabajo que me acompañaba desde la juventud. Sin ojos para el futuro, pensé en un porvenir de días circulares. Compañeros de entonces y de siempre que rehusaron permanecer una hora más en el diario ultrajado, pugnaron para que siguiéramos juntos. El despojo había sido brutal. No era tolerable la cancelación de un destino común, la vocación truncada.Aún los escucho, generosos. Empecemos de nuevo, a costa de los riesgos que vengan. Su entereza pudo más que mis resquemores y su capacidad creadora mucho más que la rabia estéril que me vencía. Ellos tuvieron los ojos que a mí me faltaron. Así nació PROCESO el 6 de noviembre de 1976 en una casa alquilada. Incluida la estufa, la redacción formaba parte de la cocina”.


PROCESO, revista semanal de información y análisis político, imprescindible en el México de ayer y de hoy. Constructor de una prensa libre, sin precio. Decena de veces confiscada por el gobierno en turno. La frase del presidente mexicano José López portillo: “Pago para que me pegues” cimbró la conciencia de la libertad de expresión. Ningún Presidente te arrodilló. Te retiraron la publicidad del gobierno y enfrentaste el boicot publicitario de los grandes empresarios, enemigos de la democracia. PROCESO obligó al lector a montar anaqueles sobre los cuales coleccionar la revista.


Comandaste La revista PROCESO durante 20 años continuos, alejados de los devaneos del poder. El 6 de noviembre de 1996 la dejaste en manos de las nuevas generaciones. Con olor a despedida, medio siglo construyendo el edificio del periodismo mexicano, una vida por delante en la escritura sin la premura ya de la hora de cierre, marcaban el fade in. Y abrazado de tu mejor amigo Gabriel García Márquez te despediste, una amistad más allá de la muerte.
Tu ideario:
“Al periodismo no le compete la eternidad. Son suyos los minutos milenarios. Ubicuo, su avidez por saber y contar no tiene medida, maravilla del tiempo. No obstante conviene reconocer que nuestro oficio tiene una dosis de perversidad: es difícil escapar a la seducción que ejerce, sin punto de convergencia con el hastío. Pero carga también con deberes estrictos. Perdería su sentido si no recorriera los oscuros laberintos del poder, ahí donde se discute del hambre sin sentirla, la enfermedad sin padecerla, la ignorancia sin conocerla, la muerte prematura como una lánguida tristeza, la depravación como un tóxico en la sangre de los desencantados. Es abominable el terrorismo de las bombas y las torres, como odioso es un mundo paralizado por la enajenación de hombres y mujeres apenas con fuerza para sostener sus huesos”.


Más de 50 años dedicados al periodismo. Entrevistaste a Ernesto “Che” Guevara, Salvador Allende, Arthur Millar, Carlos Pellicer, Charles De Gaulle, Augusto Pinochet, Olof Palme, Pablo Neruda, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Octavio Paz, John F. Kennedy, Pablo Picasso, André Malraux.

“Tiene la mirada tres llamaradas: cuando odia, cuando ama, cuando se inmoviliza en la reflexión profunda. La de André Malraux es introspección patética. Se duele el escritor en la búsqueda de lo que quiere expresar. Sus ojos, sólo luz, son el centro de una cara que se resuelve en labios que se retuercen, tics que se multiplican. Toca lo angustioso este rostro conocido en el mundo entero, admirado por Mao Tse Tung, respetado por De Gaulle, amado por Nehru, odiado por los verdugos de la Gestapo. Malraux se agita en su silla como en un velero. Sufre y verlo hace sufrir. Bebe como quien fuma. El movimiento que lleva el whisky a los labios tiene el suave ritmo del gimnasta. Aquietan la atmósfera estos segundos de sosiego, de cabal dominio del escritor sobre sí mismo”.

…Después te dedicaste a escribir libros periodísticos de una prosa sin rodeos, dura, de un reportero nato. Te adentraste en los sucio de las cárceles de México. Tu primer libro: La piel y la entraña(1965) cuenta del pintor mexicano David Alfaro Siqueiros, durante su cautiverio en la prisión de Lecumberri. Los Presidentes (1986), Historias de Familia (1990) Estos años (1995) Salinas y su imperio (1997) Cárceles (1998) Parte de guerra (1999, con Carlos Monsiváis) Pinochet, vivir matando (2000) Máxima seguridad (2001) La pareja (2006).

Del pintor David Alfaro Siqueiros: “Un poco se parece a la trompeta, hecha para el estruendo. Le gusta que se oiga y mientras más personas mejor. Le place que la marejada nazca y termine con él. No menciona error ni desviaciones en su existencia de 67 años. Estas son flaquezas de otros seres. Siqueiros navega con velas desplegadas en un mar que él siempre hace propio. Junto a todo esto habrá una búsqueda. ¿Qué era México? ¿Y su arte? Las preocupaciones de Siqueiros, compartidas por Diego Rivera, tocaban apenas una imprecisa idea que se pudiera calificar de nacional-populista. Lo importante es que sentían ya la necesidad de expresarse con voces genuinas. Querían dejar de ser reflejo de Europa y vivir para sí mismos, con una raíz y un fruto peculiares”.

La única vez que te quebraste, fue la tarde maldita, en que el cáncer arrebató la vida de Susana, tu esposa. Ese día proyectabas al hombre abatido, al padre angustiado, al esposo inconsolable a: JULIO SCHERER GARCÍA.

Continuará…

II Parte.



ANTES DEL ÚLTIMO ADIÓS…

La universidad de la vida, te enseñó a levantarte. Repuesto, tus pasos te condujeron a nuevo retos periodísticos.
EL sábado 10 de marzo del 2001 millones de mexicanos incrédulos, te observaban entrevistar al Subcomandante Marcos en Canal 2 de Televisa. Tus enemigos, tus golpeadores y aliados del expresidente Luis Echeverría en el año 1976, te abrieron la puerta grande. Las cámaras, los reflectores eran tuyos; un hecho insólito. La entrevista en el patio del Convento de la Parroquia de la Asunción de María en la ciudad de México, donde pernoctaba la Caravana del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no se olvida.

Frente a frente, ambos cruzaban miradas de admiración. Scherer, lo observaba con una ternura sublime, Marcos, le devolvía la mirada de un hijo amoroso a un padre. Intensa comunión. Setenta y cinco minutos duró la entrevista.

-¿Qué se hace, qué se dice, a quién se reza cuándo se ha llegado a donde usted ha llegado Marcos, tan aborrecido, tan temido, tan admirado, tan único?

- Nosotros pensamos que se ha construido una imagen de Marcos que no corresponde con la realidad, que tiene que ver con el mundo que se maneja en los medios de comunicación, que se ha dejado de tener interlocución con la gente y ha decidido tener interlocución con la clase política.

- ¿Qué es lo que lo hace carismático?

- Lo que pasa es que la imagen de Marcos responde a unas expectativas románticas, idealistas. O sea, es el hombre blanco, en el medio indígena.

- Veo al país peligrosamente dividido; en un extremo, las sombras vivas de Juan Rulfo; en el otro, los cuerpos bien nutridos del poder y el dinero. Con los matices que se quiera, me parece que usted y el presidente Fox son hoy la imagen de esos dos mundo. Si esto es así, ¿cabe entre ustedes el entendimiento, la confianza que da la vida a la comprensión?

- México tiene casi 200 años como nación independiente, y en todo momento los indígenas han aparecido como la parte fundamental, pero en ningún momento se ha reconocido tal cosa. No pueden apostar a desaparecernos, porque han fracasado ya. No se va a desaparecer a indígenas por cualquier campaña, por cualquier bomba o con cualquier arma que usen, ya que, de una u otra forma, el movimiento indígena resiste y se protege. Fracasaron los españoles, los franceses, los estadunidenses y todos los regímenes liberales, desde Benito Juárez hasta el actual. Entonces, ¿por qué no reconocer que los indígenas ahí están y que es preciso darles la oportunidad?

-La miseria es mucho más que un cuerpo famélico. Es la niña que vio Heberto Castillo abrazada a una piedra, su hija, y son las 50 niñas de un internado que compartían una muñeca de la que sólo quedaban hilachos. ¿Usted, Marcos, cómo se representa la miseria?

- En una niña también, una niña que se me murió en los brazos, de menos de cinco años de edad, de calentura, en la comunidad de Las tazas, porque no había un mejoral para bajarle la fiebre, y se me fue en las manos. Tratamos de bajarle la fiebre con agua, con trapos mojados, la bañamos y todo, su padre y yo. Se nos fue. No requería intervención quirúrgica, ni un hospital. Necesitaba una pastilla, un mejoralito. Es ridículo, porque además esa niña ni siquiera nació, no había un acta de nacimiento. ¿Qué hay de más miserable que nazcas y que mueras y nadie te conozca? Sentí impotencia, coraje. Se te cae todo el mundo encima, que todo lo que pensabas y todo lo que hiciste antes es inútil si no puedo evitar esa muerte injusta, absurda, irracional, estúpida, fue lo que originó esta guerra mediocre.

La entrevista quedó registrada en la memoria histórica del pueblo mexicano.

Nunca te han seducido los premios, decenas de ellos, siempre encontraron como respuesta la negativa. Sin embargo, tu mejor amigo, Gabriel García Márquez, habría de convencerte que tú enaltecías a los premios y nos los premios a ti, y así, vinieron muchos…

La noche cálida de mayo 2001 te otorgaron el Premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNPI en la modalidad homenaje destinado a un periodista de América Latina que encarne valores periodísticos que sirvan como ejemplo a las nuevas generaciones.

La fogata del abrazo cimbró el auditorio y el premio en sí. Su expresión de Gabriel García Márquez al felicitarte : “Como te quiero viejo” hizo historia.
“A Gabriel García Márquez lo reclamamos íntegro para nuestra profesión. Amante del dato preciso como el poeta consagrado a la metáfora perfecta, sabe que el dato preciso evade la mentira y burla el equívoco. Libre su fantasía sin espacio, la somete a la realidad concreta. A la vida no hay para qué engañarla, quizá dijera el Gabo.”

“Castro mantiene enhiesta la bandera de la dignidad soberana, pero a fuerza de vendavales, como el paredón abominable, la estrella solitaria podría desprenderse del mástil. Aun si esto ocurriera y a sabiendas de que el comandante arroja piedras contra la gloria, no podría desconocer que me hizo soñar y que los sueños, como los amores tienen vida eterna. A nadie daña la utopía de una América Latina soberana y dueña de sus tesoros”.
 

“El mundo se ha endurecido y pienso que el periodismo habrá de endurecerse para mantenerse fiel a la realidad, su espejo insobornable. Si los ríos se enrojecen y se extienden los valles poblados de cadáveres víctimas del hambre y la enfermedad, así habrá que contarlo con la imagen y la palabra". Muchos no lo consideran así. En estos días he escuchado censuras por la manera como "Proceso" hizo sentir el escalofrío que nos llegó desde Irak. 


Cito un ejemplo: mis compañeros fijaron en la portada de la revista un cuadro bello y terrible. Se trata de una niña que parece soñar, apacible el rostro, pero su cuerpo está incompleto. Sin los pies, las piernas inútiles llevan metafóricamente a la pesadilla. Personas cercanas, algunas muy queridas, me dijeron: El mundo es más que "eso", reclamó una de ellas. Por supuesto que el mundo es más que "eso", repuse. Es el amor con mayúsculas, la sensualidad también con mayúsculas, la creación incesante, el bienestar ganado a pulso, la dicha que anda por ahí y habrá que atraparla, la muerte benévola. Pero subrayé que en el momento de la masacre en Irak, el mundo era sólo "eso", la niña cercenada.

Tus pasos por mi universidad, impartiendo conferencias magistrales, resultaron aprendizaje nutrido, jamás depositados en saco roto.

“El terrorismo destruye cuerpos e inteligencias que supieron lo que es vivir y mata a los desdichados que se fueron sin noción de la vida. Tan vil es un asesinato como otro, una masacre como otra, que en la tragedia no existen escalas ni mediciones. Sin la denuncia del terror y las contradicciones que lo provocan, el periodismo quedaría reducido a una deslumbrante oquedad. Habría que agregar que los huecos permiten suplantar la realidad por la apariencia y poner ésta al servicio del poder. A los hechos no se les maneja; a la apariencia, sí. La cirugía y el periodismo remueven lo que encuentran. El periodismo ha de ser exacto, como el bisturí”.

Julio Scherer García, es un hombre que ha resistido a todo, a lo amargo de la vida y a la dulzura que la misma vida da. Le gusta poner siempre en lo escrito la verdad a su alcance. Para Scherer el periodismo es, únicamente, responsabilidad hacia los lectores.
Julio, Sabe escuchar. Es vehemente. Es un pozo de conocimientos. Apasionado. Discutidor. Congruente. Escrupuloso. Digno. Íntegro. Consecuente.


¿A qué le teme Scherer García? A la traición de un amigo.
Hoy te llenan 81 años, y como expresa Bruno en la primera parte: “El mundo está urgido de periodistas como Don Julio”.
Hoy, que tu corazón late con pasión.
Hoy, que preparas nuevos libros.
Hoy, que ocupas la Presidencia del Consejo de Administración de CISA, la revista editora de Proceso.
Hoy, que vives rodeado de tus amigos.
Hoy, que con dignidad han ganado la demanda que la esposa del expresidente de México Martha Sagún arremetió contra la revista Proceso, por supuestas intromisiones en su vida personal.
Hoy, que tu peor detractor, el expresidente Luis Echeverría se encuentra bajo formal prisión en su domicilio por acusación de genocidio en la matanza estudiantil del 68.

Hoy, aquí estoy, sin flores, ni lágrimas. Te rindo este humilde homenaje: ANTES DEL ÚLTIMO ADIÓS.
Don Julio, creo que muchos mexicanos quisiéramos tener una gotita de su sangre, de su honestidad, de su compromiso con la verdad.  Lo quiero.

p.d. La noticia de la muerte de Don Julio Scherer, apareció en su Revista PROCESO. Murió a las 4:30 de esta madrugada,  de un choque séptico. En abril cumpliría 89 años.

domingo, enero 04, 2015

viernes, enero 04, 2013

HAY SERES QUE JUSTIFICAN EL MUNDO, QUE AYUDAN A VIVIR CON SU SOLA PRESENCIA: Camus


Este post lo publiqué en 2008, lo reproduzco hoy; es el último libro del escritor Albert Camus. Murió el 4 de enero de 1960.   Lo dedicó a su madre analfabeta, Catherine.

        "A ti que nunca podrás leer este libro"


Era una noche otoñal de 1913. Un aire de ausencia y dulce distracción bañaba el rostro sudoroso de Catherine, a punto de parir a Jacques en Argelia; un niño que diez meses después quedaba huérfano de padre(Henri Cormery)
Un salto de años en donde la sucesión misma de tiempo estalla, deja atrás al infante…
Un hombre de cuarenta años baja del tren en Saint Brieuc, Francia. Visitar la tumba de su padre muerto en la guerra(1914) Veintinueve años de edad tenía el hombre enterrado bajo esa lápida, era más joven que el hijo...
La ola de ternura y compasión que de golpe le colmó el corazón a Jacques Cormery no era el movimiento del ánimo que lleva al hijo a recordar al padre desaparecido, sino la piedad conmovida que un hombre formado siente ante el padre injustamente asesinado, algo había ahí que escapaba al orden natural y a la locura, el hijo era más viejo que el padre.

El PRIMER HOMBRE es el padre ausente...Porque él mismo creía estar vivo, se había hecho él solo, conocía sus fuerzas, su energía, frente a la vida y era dueño de sí. Pero en el extraño vértigo de ese momento, la estatua que todo hombre termina por erigir y endurecer al fuego de los años para vaciarse en ella y esperar el desmoramiento final, se derrumbaba. El viajero no era más que ese corazón angustiado, ávido de vivir, en rebeldía contra el orden mortal del mundo, que lo había acompañado durante cuarenta años. Estamos ante el VERDADERO PRIMER HOMBRE; el hijo.
"Hay en mí un vacío atroz, una indiferencia que me hace daño....he intentado descubrir yo mismo, desde el comienzo, de pequeño, lo que estaba bien y lo que estaba mal, ya que nadie a mi alrededor podía decírmelo. Y ahora reconozco que todo me abandona, que necesito que alguien me señale el camino y me repruebe y me elogie, no en virtud de su poder, sino de su autoridad, necesito a mi padre. Yo creía saberlo, ser dueño de mí, todavía no lo sé"
Fragmento del último libro de Albert Camus: EL PRIMER HOMBRE. De una nostalgia a prueba de lágrimas. El argelino-francés; director de conciencias, rebelde ideológico, nos lleva a sus intimidades más verdadera: la desolación, el cuestionamiento, la ausencia involuntaria del padre, enfrentamiento del yo, la infancia desgarradora...Una joya autobiográfica del extranjero más existancialista...
Originario de una familia analfabeta, un padre muerto y una madre desdichada que, a fuerza de estar privada de esperanza, había perdido todo resentimiento, una vida ignorante, obstinada, resignada a todos los sufrimientos, tanto los suyos como los de otros. En ese ambiente Jacques se construye así mismo, un hombre que nada posee y quiere el mundo entero. "Un hombre pobre, en fin. Pues la pobreza no se elige, pero puede conservarse"

"La memoria de los pobres está menos alimentada que la de los ricos, tiene menos puntos de referencia en el espacio, puesto que rara vez dejan el lugar donde viven, y también menos puntos de referencia en el tiempo de una vida uniforme y gris, tienen, claro está la memoria del corazón, que es la más segura, dicen, pero el corazón se gasta con la pena y el trabajo, olvida más rápido bajo el peso de la fatiga. El tiempo perdido sólo lo recuperan los ricos, para los pobres el tiempo sólo marca los vagos rastros del camino de la muerte y para poder soportar, no hay que recordar demasiado"
La novela baja al infierno y a las profundidades secretas del alma humana, lo indigno, lo sublime, lo espiritual, lo negativo.
En un perseguir, Jacques necesita saber quién había sido ese hombre desconocido que le parecía ahora más cercano que ningún otro ser en el mundo:"Hay seres que justifican el mundo, que ayudan a vivir con su sola presencia". Será el hilo conductor de la novela.

Se reconoce ante su querido profesor del Liceo:"Quiero o venero a pocas personas. Por todo lo demás me averguenzo de mi indiferencia. Pero en cuanto a las personas que quiero, nada, ni yo mismo, ni siquiera ellas, harán jamás que deje de quererlas, son cosas que he tardado en aprender; ahora lo sé"
La mirada de su madre; sorda y con dificultades en el habla, se había detenido en él con tal expresión que el niño retrocedió, vaciló y salió huyendo: "Me quiere, entonces me quiere" se iba diciendo en las escaleras, que había deseado con todas sus fuerzas que ella lo quisiera, y que siempre lo había dudado.

Cada palabra coloca de manifiesto la necesidad de sentirse hijo, amado. Jacques Cormery apela a esa infancia de la que nunca se había curado, a ese secreto de luz, de cálida pobreza que lo había ayudado a vivir y a vencerlo todo en la vida real, menos sin rebeldía su prematura muerte...

El Manuscrito del libro fue rescatado por su hija Catherine y publicado en 1994; treinta y cuatro años después de su muerte. Viajaba en su auto aquel fatídico día del absurdo accidente.

sábado, diciembre 01, 2012

ENTRADAS MEMORABLES


"La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad"


"Dos cadenas montañosas atraviesan la República, aproximadamente de norte a sur, formando entre sí valles y planicies. Ante uno de estos valles, dominado por dos volcanes, se extiende a dos mil metros sobre el nivel del mar, la ciudad de Quauhnáhuac. Queda situada bastante al sur del Trópico de Cáncer; para ser exacto, en el paralelo diecinueve, casi a la misma latitud en que se encuentran, al oeste, en el Pacífico, las islas de Revillagigedo o, mucho más hacia el oeste, el extremo más meridional de Hawai y, hacia el este, el puerto de Tzucox en el litoral atlántico de Yucatán"


"El amado suelo de mi patria es de nuevo para mí un motivo de alegría y de tristeza. Me encuentro ahora otra vez, todas las mañanas, en las alturas del istmo de Corinto, y mi pensamiento, como una abeja entre las flores, vuela a menudo de aquí para allá entre los mares que, a derecha e izquierda, mantienen la frescura al pie de mis montañas soleadas"


"Hoy a muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. recibí un telegrama del asilo:"Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias". Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer"








"Se puede decir que la pequeña ciudad de Verrières es una de las más bonitas del Franco Condado. Sus casas blancas, con los tejados puntiagudos, de tejas encarnadas, se extienden por la falda de una colima, en cuyas más leves sinuosidades resaltan unos manchones de recios castaños. Varios centenaraes de pies más abajo de las fortificaciones, antaño construidas por los españoles y hoy día en ruinas, corre el Doubs"



"Imponente, el rollizo Buch Mulligan apareció en lo alto de la escalera, con una bacía desbordante de espuma, sobre la cual traía, cruzados, un espejo y una navaja. La suave brisa de la mañana hacía flotar con gracia la bata amarilla desprendida"

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la origa de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo"



"Gregorio Samsa, al despertarse esa mañana después de un sobresalto sueño, se halló sobre su cama convertido en un repugnante bicho. Estaba apoyado sobre su espalda, que ahora no era otra cosa que un duro caparazón, y al levantar la cabeza, pudo ver su vientre oscuro, atrevesado por callosidades, cuyo volumen apenas si resistía la colcha, que ya iba resbalándose hacia el piso. Incontables patitas, muy débiles y flacas en comparación con el resto de su cuerpo se movián ante sus ojos desmañadamente"



“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo”








"Detrás de él, en acongojado diapasón, volvía el albacea a su recuento de responsos, cruceros, ofrendas, vestuarios, blandones, bayetas y flores, obituarios y requiem -y había venido éste de gran uniforme, y había llorado aquél, y había dicho del otro que no éramos nada-  sin que la idea de la muerte acabara de hacerse lúgubre a bordo de aquella barca"


Querido Marco:
"He ido esta mañana a ver a mi médico Hermógenes, que acaba de regresar a la Villa después de un largo viaje por Asia. El examen debía hacerse en ayunas; habíamos convenido encontrarnos en la primera hora del día. Me tendí sobre un lecho luego de despojarme del manto y la túnica. Te envío detalles que te resultarían tan desagradables como a mí mismo, y la descripción del cuerpo de un hombre que envejece y se prepara a morir de una hidropesía del corazón"



"¿Intentaría Chen levantar el mosquitero? ¿Golpearía a través de él? La angustia le retorcía el estómago. Conocía su propia firmeza; pero sólo era capaz, en aquel instante, de pensarlo con el embrutecimiento, fascinado por aquel montón de muselina blanca que caía desde el techo sobre un cuerpo menos visible que una sombra y de donde emergía sólo aquel pie medio inclinado por el sueño, vivo, no obstante, de la carne de hombre"


"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont de Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual de nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que  necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico"


"Una tarde extremadamente calurosa de principios de julio, un joven salió de la reducida habitación que tenía alquilada en la callejuela de S...y, con paso lento e indeciso, se dirigió al puente K...
Había tenido la suerte de no encontrarse con su patrona en la escalera.
Su cuartucho se hallaba bajo el tejado de un gran edificio de cinco pisos y, más que una habitación, parecía una alacena. En cuanto a la patrona que le había alquilado el cuarto con servicio y pensión, ocupaba un departamento del piso de abajo; de modo que nuestro joven, cada vez que salía, se veía obligado a pasar por delante de la puerta de la cocina, que daba a la escalera y estaba casi siempre abierta de par en par"

"Llamadme Ismael. Hace unos años, no importa cuánto tiempo exactamente, con muy poco o ningún dinero en el bolsillo y sin nada en tierra que me interesara, creí que podría ir a navegar por ahí y ver la parte acuática del mundo. Es mi modo de ahuyentar la melancolía y regular la circulación. Cada vez que me sorprendo con una expresión de tristeza en boca que va en aumento; cada vez que un húmedo noviembre de llovizna anida en mi alma; cada vez que me descubro deteniéndome involuntariamente ante las tiendas de ataúdes, y siendo a cualquier funeral con que me encuentro; y especialmente si la hipocondría  me domina  de tal modo que hace falta un sólido principio moral para no salir a la calle y derribar metódicamente los sombreros de los transeúntes, entonces, comprendo que ha llegado la hora de hacerme a la mar cuanto antes"

Al igual que los caminos, interminables son los libros; construyen nuestro paisaje existencial; nos hacemos en ellos; nos miramos en ellos; y descubrimos  que sin ellos, la vida incompleta sería.

sábado, noviembre 10, 2012

DORMIDOS DE PIE: LOS ATLANTES DE TULA

A José Antonio

Los belicosos Toltecas quedaron dormidos de pie. Tras la conquista de Chichén Itzá(Sur de México), establecieron su capital regional en la ciudad maya, obligando a éstos a edificar la ciudad según sus lineamientos.
Más tarde volverían a su original ciudad, Tula, Hidalgo. Tollan Xicocotitlan, en lengua náhuatl evoca "Lugar de tules".  La zona arqueológica del mismo nombre,  se localiza en el centro del país,  a una hora del Distrito Federal.
Llamados Los Atlantes o Guerreros de Tula, se levantan  majestuosos con su altura de más de 4  metros. ¡Impresionante!
Ataviados para la batalla, Los Atlantes vigilan desde su templo principal(pirámide B) erigido a Tlahuizcalpantecutli o Quetzalcóalt(serpiente emplumada); suprema deidad tolteca,  la ciudad prehispánica de Tula, Hidalgo, perteneciente al período posclásico temprano(900-1521 de. C.) 
La pertinaz lluvia no apagó el ánimo de los expedicionarios  de "Tierra Propia" a suelo Hidalguense.
Extinguido el imperio teotihuacano,  Tula emerge en su máximo esplendor  como centro administrativo, político, militar, cívico y religioso.


Vista de Los Atlantes desde el Palacio Quemado.

Yacimientos de cal, sustentaron principalmente la economía de los habitantes toltecas,  aunada a la riqueza recaudada de las poblaciones conquistadas.


Emblemáticas columnas del Palacio Quemado(sede administrativa o de consejos) sorprendieron a los arqueólogos por su inusual arquitectura en Mesoamérica. Sin embargo, carece de la delicada habilidad artística de ese período. 
Mirada perdida  en el tiempo.
Gobernada por jefes militares y no por sacerdotes, Tula se distinguió por su fuerza y fiereza; siempre a la defensa, principalmente,  de los bárbaros chichimecas.
Atlante en traje de gala.

Al igual que otras culturas mesoamericanas, el color rojo dio vida a sus murales o tableros; alusivos a Tezcatlipoca, dios tolteca de la guerra,  y  a Quetzalcóatl.

Muro de las serpientes


Fauna de la región esculpida por los guerreros toltecas.
Historia escrita en piedra.
Juegos de pelota, pirámides, palacios, resguardaron el poderío militar ejercido por Los Atlantes en ciudades Mesoamericanas. Los arqueólogos atribuyen el colapso de Tula, a invasiones de los grupos  chichimecas.
Qué lejano tiempo, exento de hambre.
Qué terrible realidad: Hidalgo es uno de los estados más paupérrimos del México actual.



La flora representativa del semidesierto de Hidalgo, acaricia nuestra despedida: fascinante expedición al México prehispánico.

Fotografía: Monique Camus