"El verdadero dolor puede convertirse en una fuente de entusiasmo. El que pisotea sus propias miserias, se eleva por encima de los otros. Y es admirable que tengamos que empezar por tener el alma herida para apreciar la libertad. ¡La libertad! ¡Qué hondura en esta palabra, Diótima, para el que la comprende realmente!": Friedrich Hölderlin
Fotografía: Monique
Libro: Hiperión
Autor: Friedrich Hölderlin
Editorial: Coyoacán
7 comentarios:
A veces resulta incomprensible que haya que tocar fondo para poder levantar la cabeza; pero es así porque estamos construidos y rodeados de inseguridades que nos frenan los impulsos de la libertad. Buena reflexión...
Saludos
Dolor como fuente de entusiasmo, qué complejo es a veces el aprendizaje, el punto de partida, ese sufrimiento que nos pone al principio del camino.
La libertad la ansiamos, pero no sabemos como deshacernos de tantas ataduras que, día a día, en pos de la comodidad nos limitan a cada paso.
BESOS
Ciertamente, las heridas nos llevan a la sabiduría. Pero tener las palabras adecuadas para luego expresar esa experiencia, es un don poco usual.
Besos, Monique.
Las fotos de las dos velas en diferentes momentos, las encuentro muy apropiadas para los textos.
Pura sensibilidad, amiga.
Siempre es un placer visitar el blog y conocer nuevos autores gracias a rus recomendaciones. Interesante concepto a propósito del dolor, una de las frases favoritas, que más me llaman la atención proviene de Víctor Hugo: "La melancolía es la felicidad de estar triste"
Saludos
"Vengo en vano a buscar un cambio todos los días, callan siempre a mi voz todas las sendas del campo;
fui a las gélidas cimas, las sombras todas me vieron, y las fuentes; incierto vaga sin rumbo el espíritu, paz buscando;".
F. Holderlin
Me resulta a pesar de todo, esperanzador; hay que hacer girar nuestra mala suerte, la conyuntura que vivimos para buscar otra posibilida. Pero hay que ser, en parte, optimista y positivo, para elevar por encima de la dificultad, las posibilidades que obtener algo mejor.
Una cita muy oportuna para los momentos que vivimos.
un fuerte abrazo Mónique.
ps: me encantó esa vela, fundida pero siempre prendida y avivada.
:)
Damos la libertad por sentada y resulta que a veces la única libertad que se posee es la de asentir.
Asentir a las modas, asentir al poder político de turno, asentir a la mediocridad reinante y así por el estilo.
Comparado con la obsecuencia, el dolor de darse cuenta de la realidad es algo digno.
Beso para tí, Monique.
Nada sobra en este mundo... incluso el dolor tiene su finalidad...
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