jueves, noviembre 09, 2006

NOVECENTO

-Monique, en los ojos de la gente puede verse lo que verán, no lo que han visto.
Ella lo observa sin pestañear, el mínimo movimiento significaría perderlo todo. Lo escuchaba y sudaba. El Virginian la mareaba.
"Tocábamos porque el océano es grande y da miedo, tocábamos para que la gente no notara el paso del tiempo, y olvidara de dónde estaba, y de quién era. Tocábamos para hacer que bailaran, porque si bailas no puedes morir; y te sientes Dios. Y tocábamos ragtime, porque es la música con la que Dios bailaría si fuera negro."
El océano era su casa. En cuanto a la tierra, bueno, nunca la había pisado. Claro que la habia visto desde los puertos, pero bajado nunca. Novecento ni siquiera existía para el mundo: no había ciudad, iglesia, hospital, cárcel, equipo de béisbol que hubiera inscrito su nombre en algún sitio. No tenía patria, no tenía fecha de nacimiento, no tenía familia, oficialmente no había nacido.
Monique le decía: Esto no puede seguir así por mucho tiempo. Veintisiete años, sin poner nunca pie en tierra.
Novecento en qué demonios pensabas mientras tocaba y qué miraba.

"Hoy he acabado llegando a un país bellísimo, las mujeres tenían el cabello perfumado, había luz por todas partes." Viajaba.
Y cada vez acaba en un lugar distino: en el centro de Londres, en un tren en mitad del campo, en una montaña tan alta que la nieve le llegaba hasta la barriga, en la iglesia más grande del mundo, contando columnas y mirando cara a cara los crucifijos".
- Novecento, ¿has estado en París?
-No.
Realmente era extraño todo ese conocimiento. Sabía escuchar. Y sabía leer. No los libros, eso lo sabe hacer cualquiera, sabía leer a la gente. Los signos que la gente lleva encima: lugares, ruidos, olores, su tierra, su historia...Toda escrita encima. Monique dejó de temblar, contiene el aire: Por qué no bajas una vez, aunque sólo sea una vez, por qué no vas a ver el mundo con tus ojos, con tus propios ojos. ¿Por Dios, por qué no bajas? ¿Por qué?
- Tengo que ver algo allí abajo, Monique.
Zas...
"Dije adiós a la maravilla cuando vi los descomunales icebergs del mar del Norte desmoronarse derrotados por el calor, dije adiós al milagro cuando vi reír a los hombre que la guerra había destrozado, dije adiós a la música, a mi música, el día que conseguí tocarla toda en una sola nota de un instante, y he dicho adiós a la alegría, conjurándola, cuando te he visto entrar aquí. He desmontado la infelicidad, He desenhebrado mi vida de mis deseos. si puedieras recorrer mi camino, los encontrarías uno tras otro, conjurados, inmóviles, detenidos para siempre señalando la ruta de este extraño viaje que a nadie nunca conté, salvo a ti".

Texto: Alessandro Baricco

18 comentarios:

Torcasita dijo...

Monique, gracias por tu visita a mi blog de prueba, espero que hayas visitado el real http://torcasita.blogspot.com/, en el cual lamentablemente tuve un percanse con unos conocidos, pero afortunadamente ya todo esta bien, eres bienvenida cuando desees pasar a visitarme.
Linda tus lineas, me gusto tu sitio....(y tambien me gusta el tequila)
Desde Chile, muchos cariños para ti.

. dijo...

Escrito con suaves trazos de reflexión.

Besos.

bohemiamar.

✈єℓιzα™ τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs cσρчяιgнτ dijo...

Me encantan escritos como este que hay en este momento en tu blog, ya estas linkeada, no había podido hacerlo, andaba de vacaciones, pero ya regresamos, un placer venir a verte... :)

Eliolibre dijo...

Alessandro Baricco es inmenso.
Besos.
Elio

Casti dijo...

Monique, vim agradecer a sua gentil visita e certamente apreciar o espaço, que por sinal é muito belo!!! Volte sempre nas teias, será um carinho ter uma vizinha de blog do México!!!

Beijo do Brasil!!

Casti

Obs. Aprecio muitissimo o espaço do Héctor, que é muito humano e sensível.

Gilberto dijo...

Es grato leer lo que escribes en tu blog.
Muchas personas se han cansado y bajaron sus brazos, viven recibiendo lo que les den, mas, hay quienes creen en los cuentos de bien que les contaron cuando niños, esos por mucho que pasen los años, los años no pasan por ellos, y esos crédulos, en el pasar del tiempo, tendrán la dicha, algún día, de vivir la realidad de esas bondades.
Monique, gracias por mostrarme tu blog.
Desde Chile, un beso.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

hay ojos que ahogan nuestra alma.

Ettoretum dijo...

El que sabe leer los ojos tiene una de las llaves del éxito, el éxito en la carrera hacia la felicidad.

Abrazos oculares!

Artic dijo...

Me gustaron el texto y la fotografía. Gracias por compartirlo.

BullHorse dijo...

Monique... GRACIAS. te vine a conocer y el ojo con el farol en el refeljo me ha cautivado tanto como las líneas... El farol titilante, aquel que guia el viaje como único latido... ¡Qué cantidad de veces necesitamos que nos guien!...

Novecento lo sabe verdad?

edegortari dijo...

buen texto Monique. Muy bueno. Saludos.

Anónimo dijo...

Hay un Novecento en cadauno de nosotros, una pequeña parte que no quiere salir y està bien encerrada adentro, quien sabe porquè, por miedo, por timidez (que acaso es lo mismo) por vagancia y que por todas esas razones no alcanza y no quiere conocer a la vida...que desde siempre es el mejor viaje que uno pueda hacer.
Besos
Annalisa

Enrique SP dijo...

cai por aca y me gustaron mucho tus lineas.
salu2

BETTINA PERRONI dijo...

Me gusta tu estilo... es muy limpio. Un blog bonito sin lugar a duda y lo más importante... interesante.

Gracias por pasar a Génesis, con gusto siempre bienvenida

Antona dijo...

Me gustó el texto.buen finde
salu2

Conciencia Personal dijo...

TORCASITA:
El tequila afloja el alma. ¡Salud!
En contacto pleno.

BOHEMIAMAR:
La foto que publica tu espacio, quiebra al más débil de conciencia. La pobreza lastima más a los países subdesarrollados, como el mío. Mi conciencia tiene un poco de reposo;profesionalmente me desarrollo en el ámbito de programas sociales. Te abrazo.

MARELY:
Ya mejor por las amistades que no lo son???? Buenos deseos.

ELIO:
Sí. Baricco es inmenso como el océano mar. Besitos.

Conciencia Personal dijo...

CASTI:
Bienvenida mutua. Allá estaremos.
Efectivamente Héctor es un gran tipo. Te abrazo.

GILBERTO:
Tus letras palpitan en mi conciencia. De México a Chile, un fuerte abrazo.

GONZALO:
Otros, matan el alma.

MIRTHO:
El hombre es una mirada, lo demás es carne. Te saludo.

HUGO DENIS:
Aquí y allá estamos. Abrazos.

CATITA:
Querida, espero alguno del grupo acepte propuesta, pues, yo estoy lista. Cariños y recuerdos para ti.

EDUARDO:
Estaré en tu ciudad el 20 de nov, me invitaron a la toma del presidente legítimo. ¡Aguanta que el pueblo se lavanta!

Conciencia Personal dijo...

ANNALISA:
Novecento conjuró todo. Tienes razón, todos llevamos algo de él. Gracias por tu visita.

ENRIQUE:
Saludos desde mi conciencia, te visitaré.

GITANO:
He visto la pobreza extrema en mi país y por otros medios, en el mundo.Mi dolor es permanente. Me consuela y reconforta decirte que trabajo en programas de desarrollo social. No estoy quieta, desde mi trinchera camino y trabajo con ellos. La esperanza es lo último que se pierde y nuestra obligación es llevarla a ellos. Gracias por tu pregunta en mis ojos. Abrazos.

BETTINA:
Gracias por tu decir. Qué tal te fué en tu cita???? Besos.

ANTONA:
Artista, gracias por venir del viejo continente. He observado casi todas tus fotos y ya tengo seleccionadas mis preferiadas. Buen fin de semana. Sin excesos y si los hay, invita. Besos.