
El poeta Efraín Huerta evoca a la muchacha ebria: "Y su dormido sexo de orquídea martirizado"

Jaime Sabines sitúa a la pareja: "Se ven desnudos y lo saben todo"
"Ricardo Garibay fue y sigue siendo en su obra un escritor de enorme talento, un grafómano empedernido, un escritor de oído literario único, de vitalidad traspasada por el erotismo y sus necesidades expresivas. Su hijo Ricardo María Garibay es un fotógrafo también obsesivo, también talentoso, también concentrado en esa zona del erotismo donde los cuerpos femeninos se dirigen del deseo a la perfección que las sombras entregan y develan. Ambos; padre e hijo reúnen sus capacidades distintas y complementarias en esta celebración de la imagen" CARLOS MONSIVÁIS

La figura femenina como un boceto lánguido, hermoso, tentador y hambriento, plasma el libro fotográfico TRAZOS DE LUZ.
Nuestro querido Carlos Monsiváis en su presentación evoca el acento de Pablo Neruda, la emancipación patriarcal irrebatible en la conversión del cuerpo femenino en sucesión de formas alucinantes; y otros poetas mexicanos respondiendo al misterio de la desnudez:
"Voy por tu cuerpo como por el mundo" escribe Octavio Paz.
Al sacramentarse el erotismo de los cuerpos, la teología surge por sí sola. . Ya lo dice Tablada: Cuerpo macerado de inciensos, como las paredes de los templos.
Ricardo Garibay(padre) expulsa: "El erotismo es la ostentación velada o misteriosa del cuerpo: es la sugestión del cuerpo y la sugestión de las veladuras que ocultan el cuerpo"
Ricardo María Garibay(hijo) muestra cómo la estética del cuerpo afecta los sentidos. Su óptica de antropólogo social apunta a la foto etnográfica, paisaje, ecología y desnudo femenino. Cree en el amor, en el silencio más profundo, el júbilo de la enfermedad a dúo, la devastación mutua, eterna.

Su obra desnuda, cabalga en busca de su ser, abierto a la definición que se nubla en la belleza de su forma, de TRAZOS DE LUZ.