(Alberto Ruy Sánchez)
“Dicen, con rítmica insistencia, que el tiempo en Mogador es otra entrada del cuerpo: un sexo abierto y profundo, una noche larga y buena, un apetecible misterioso. Una aparición” (Nueve veces al asombro)
“Muerdes mis labios y quédate en ellos como los nombres del aire en los labios del agua. Tócame con la lengua y arde cantando como la danza del fuego en la piel de la tierra” (En los labios del agua)
Alberto, es extraño no saberte en el oficio del artesano erótico; el alfarero amasando el barro y dando forma a joyas preciadas en cuerpo y alma. Me convertiste sin saberlo, en tu sonámbula mogadoriana, me llevaste por geografías insospechadas a quererte sin tocarte; a desearte sin conocerte; a quemarme en la leña de tu fuego, en nueve veces al asombro, a dibujar sonrisas en los labios del agua.
Es madrugada, todo duerme hasta la lluvia de verano. Mis ojos posados en un libro distinto a tu erotismo ancestral, pero no ajeno a la profesión de narrador, poeta, ensayista, editor y artesano de la palabra. “CON LA LITERATURA EN EL CUERPO” me cobijas en la melancolía de escritores nacidos en diferentes ritmos y épocas.
CON LA LITERATURA EN EL CUERPO, Ruy Sánchez se inclina al ensayo y el subtítulo del libro es “Historias de literatura y melancolía” en donde existe una protagonista que se transforma ocupando diversos cuerpos: la melancolía.
Siempre narrador de experiencias más sentidas, más vividas, me adentro en tu manchada melancolía y recorro tus ensayos en tres partes: MEMORIA DE CATEDRALES GÓTICAS: Rilke, Malte, Alberto Savinio, Paolo Pasolini, Italo Calvino, Marguerite Yourcenar, Samuel Beckett, Max Frisch, Víctor Hugo.
Escritores bañados en la melancolía que se envuelven para uno como seductoras mezquitas, llenas de luces y de sombras, de profundidades y misterios, de belleza deslumbrante y muchas veces desgarradora: “Todo lo que uno sabe, aprende, olvida o crea, pasa por nuestro cuerpo. No somos ideas sino cuerpo con ideas. Y por lo tanto no hay ideas que no vengan a nosotros cargadas de afectos. La literatura y el arte entran por nuestros sentidos. Todo el rigor analítico o el conocimiento de lo que seamos capaces entran en contacto con la obras analizadas a través de nuestros cuerpos".
Cada uno de los escritores, construyen sus puentes, laberintos, en sus ciudades, arquitecturas, desasosiegos, abismos, alegrías, claroscuros, naturaleza, en sus días cotidianos donde nos vemos reflejados la gente común, escritores, pintores, en sí todos…
Víctor Hugo escribió que la melancolía es muchas veces la alegría de estar triste:”Caminé en la montaña sin saber dónde estaba. Poco a poco el paisaje exterior que miraba vagamente desarrolló en mí ese otro paisaje interior que llamamos ensoñación. Tenía abiertos los ojos, pero miraba hacia adentro. Ya no veía la naturaleza, sino mi espíritu”.
Rilke y su mapa afectivo de París grita a la melancolía: “responder a la destrución como hace la naturaleza, con un nuevo comienzo y una multiplicada fecundidad”.
Italo Calvino se mueve en la tristeza de la última sonrisa. Ruy Sánchez conoció a Calvino, en una de sus conferencias, le preguntó al escritor si tenía pensado hacer un segundo volumen de “Las ciudades invisibles” – calvino me explicó que no pensaba en un segundo volumen sino que simplemente seguía escribiendo ciudades invisibles cuando las ocasiones de su vida, lo que veía, olía, oía, etc… lo empujaban a hacerlo, “soy un obsesivo, naturalmente insatisfecho de lo que hago”-
Marguerite Yourcenar, se convierte en la hilandera de la luna, destacando en su melancolía del destino.
MEMORIA DE PRISIONES GÓTICAS: se ve lo más claro y lo más oscuro de la naturaleza humana. Y donde la rabia sigue viva en la sombra: Mijail Shostakovich, Nadiezhda Mandelstam, Eugeny Zamiatin, George Orwell, Panait Istrati, Herling, Dostoievski, Solzhenitsyn, cada uno de ellos narran su testimonio del infierno.
Por ejemplo Mandelstam dice en su encierro: “Veo la unidad de un frío desmesurado que ha soldado décadas en un solo día, en una sola noche, en un profundo invierno donde el terrible sistema estatal es como un horno del que brotan llamas de hielo”.
El escritor rumano Panait Istrati, un nómada que en la literatura encuentra su horizonte fijo. Vivió con desesperación, arañaba a la vida cuando quería asirse de ella, expresa Istrati "para mi estómago sólo quería un pedazo de pan, pero para mis ojos quería el mundo entero”
Finalmente MEMORIA DE TUMBAS GÓTICAS: Michel Foucault, Roland Barthes(1915-1980). Tiembla la pluma de Ruy Sáchez, Barthes fue su maestro en París. A lo que dice:“Todos los autores que surgen como protagonistas a lo largo de este libro me son cercanos y extiendo la mano hacia ellos cada vez que necesito su presencia. Son una parte de mis muertos y yo soy muchas veces el suyo". Barthes era en el sentido literal de aquello que un alumno puede aprender de un maestro más allá de sus ideas. Aprender de su actitud, de sus actos en oficio, aún mucho más que del contenido de sus enseñanzas.
La fragilidad de perder la vida a la vuelta de la esquina, al cruzar la calle adelantaría la muerte prematura del semiólogo:”Es una debilidad extrema de los que quedamos ante la desaparición de alguien, ésta de buscar hacia atrás las huellas más profundas de lo irreparable. Hay en la violencia de la muerte que nos rodea una desgarradura que se hunde en el pasado para nombrar, con el ruido de su quebranto la imposibilidad de un futuro. Como si ante la ausencia de ese futuro necesitáramos del estruendo de las palabras ya dichas para llenar con urgencia ese hueco, ese silencio que se abre hacia adelante. Más de una vez Roland Barthes mencionó su miedo de morir antes de escribir la obra deseada. Ese miedo es lo primero que me viene a la mente. No los textos que él ha escrito y que me han afectado, no sus gestos o sus cursos, sino precisamente ese miedo relativamente injustificado cuando él lo mencionaba, y ahora en apariencia justificado cuando lo recuerdo”.
Libro: Con la literattura en el cuerpo
Autor: Alberto Ruy Sánchez
Editorial: Taurus
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18 comentarios:
que gusto saberte...besos.
Que buena descripción de ese libro. Si hay algo que me gusta es cuando los autores, dan un sentido humano a las cosas, a la naturaleza.
De cómo la naturaleza siente, vive, huele, y da sentidos de tener sentimientos.
Así como cuando evocan el cielo, las estrellas, la mar, todo ese crisol me atrapa de una manera intensa en la lectura de un buen poema, o de un buen libro.
Saludos
Aprendo y disfruto mucho cada vez que te visito, gracias por tomarte el tiempo para copmpratirnos tus reseñas.
saludos
Nota:
Pienso que un blog surge de la energía de los amigos que comentan en él, de los que visitan sin comentar y de los que por motivos conocidos y desconocidos se alejan para siempre. A los que están, le doy las gracias por la paciente espera el tiempo que permanecí a la intemperie y a los que se fueron también. Los quiero amigos.
Monique.
Hola monique, gracias por volver. A mi me está costando mantener una continuidad. Me gustan los libros como el que describes, aunque la melancolía o "alegría de estar triste" no sea una de mis emociones preferidas, sí me gusta la plástica de su literatura, o por lo menos la erótica de sus descripciones.
Un abrazo
Alberto Ruy Sánchez es un total desconocido para mi. Pero leyendo toda tu reseña, con tanto magnífico escritor, entran ganas ya de leerlo.
Un cordial saludo
Guau,que intenso y estimulante tu comentario; para mí es un perfecto desconocido (lo cual no significa nada),de manera que intentaré leerlo.
Muchos cariños,hermosa.
Cualquier obra o texto donde la naturaleza se hace presente y la entremezcla con las relaciones humanas me interesa. Además es buena época por aquí para leer sobre estos temas.
Despierta... al menos momentaneamente.
Un beso, Monique
Cualquier recomendación es buena cuando cae en tus manos, amiga todavía no se para cuando voy a Cuba, todo es un misterio en casa, entre que mi hermana esta de vacaciones y la otra se va a estudiar a Zacatecas... todo es veremos que sigue... saludos!
querida Monique, me voy por unos días, pero antes quería dejarte un ramillete de besos y arco iris de estrellas.
hasta la vuelta.
me agrada interesante descripcion
delinear un libro es complicado
pero me agrado :)
saludos
besos per te! incantato dal tuo blog..
roberto matarazzo
¡cuánto tiempo...! Yo te había depositado en mi blog en el lugar llamado "En dique seco"
Gracias por volver.
Un abrazo
Monique, nosotros te amamos!!!
Eres un encanto y una delicadeza en la red cibernética.
Ahora con el título de hilandera de sueños, me parece embriagador.
Labor y labor, y abrigo para los que necesitamos cubrir nuestra intemperie.
quizá el miedo que nos alimenta sea el miedo a no vivir, el miedo a no saber amar, y lo malo es que efectivamente no sabemos, ya ves
bs
que belleza..
que cosas tan lindas y sentidas escribes...
he pasado horas con tu blog abierto...
encantadisima de visitarte..todo un placer de verdad...
un saludo ¡¡
:-)
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