Un anhelo incumplido. Objeto de burla. Pensar en voz alta: un amigo payaso.
-Monique ¿es tu vida tan limitada que deseas tener de amigo un payaso? Nadie es tan idiota.
-Sí. Acaso quieres que sea amiga de Carlos Slim, de Bill Gates. ¡Por favor!
Sinceramente no le veo el absurdo, María José.
Más tarde, Cesar Aira me deja hablar por él: "A los payasos no se les quiere porque es la parte cómica, de relleno ¿a quién le gusta ser relleno?" El platillo fuerte del circo: los tigres y los leones.
Estamos ante los actores anónimos, mal queridos, burlados, nos arracan la risa a fuerza, se conforman con tan poco, al final se escabullen sin que nos percatemos o recordemos sus parodias...
La comedia inicia desde cero. El efecto es un poco como esa sospecha perenne de los ciudadanos de que los políticos, cuando terminan con sus querellas públicas, inician su acto privado: los enemigos irreconciliables se invitan un asado, el derechista y el izquierdista son socios, el patriota y el traidor son cuñados. Cuando los dos payasos se ponen a conversar es como si todo el circo resbalara muy rápido hacia una intimidad casi imposible; revolotea entre el público el temor oscuro de oír detalles demasiado privados de la vida de los payasos: por ejemplo el detalle atroz de que no son payasos, de que son gente común, y de que van a decir cosas inconvenientes...¡Qué locura!
Escuchamos sus voces típicas formadas por gritos, todos los matices del discurso:
- ¿Me prestas cuatro pesos, Firulete?
- Tengo dos nada más, Cachirulo
- Prestámelos y me debes dos
César Aira, nos señala las voces de un mundo en el que nunca se habla en voz baja, porque fuera del grito no hay nada que decir, nada en absoluto, como si se hubiera agotado la mecánica de producción de situaciones de hablar en voz baja.
Los payasos todo lo solucionan a golpes: es lo más barato que tienen.
Un acto de relleno, en espera de la gran función, los payaso van llenando el hueco con su actuación más elaborada, mientras arman la gran jaula de los tigres y leones, el gran espectáculo. Los payasos hacen como si no vieran nada: el que manda y el que obedece.
El circo, un pretexto del escritor argentino, que le permite ahondar en la sencillez de los rostros pintados. Juega con el tema, las verdades y nos involucra como espectadores y actores.
Finalmente todo está listo para el gran acto. Nadie se acuerda de los dos payasos, ese anacronismo que persiste, pero están allí.
Sale el primer león, espléndido, majestuoso, todo poder y belleza...y los dos payasos a los que nadie mira, se fugan por una puertita.
LIBRO: LOS DOS PAYASOS
AUTOR: CÉSAR AIRA
EDITORIAL: ERA
martes, febrero 19, 2008
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29 comentarios:
Yo siempre fui un payaso, así que entiendo el porque de nuestra amistad; yo quiero alegrarla, entretenerla mientras llega el tigre majestuoso; o el intrépido volatinero, regando la carpa como el hadita de Peter Pan, pero de bocas abiertas, y dejando cucuruchos con palomitas en suspense. ¿Ud. quiere un amigo payaso?, pues ya lo tiene.
HERMOSA MONIQUE
No sabía de este libro de Aira: hermosos textos que me hicieron rcordar pensamientos que tengo cuando llevo a los niños al circo.
En un curso bellisimo de clown descubrí mi payasa y yo que le tenía miedo a caer, al hacer mi caída de clown logré arrancarle una sonora risa a todo el curso.
Gracias por recordarmelo.
TE FELICITO Y TE ENVIDIO UN POCO POR LAS BELLAS FOTOS DEL MUSEO:ME ENCANTARÍA ESTAR AHI!!!!!
Beso
CECI
A mi me encantan los Payasos, es admirable su trabajo, hacer reir a los demás tiene mucho mérito. Yo a veces soy algo payasa, y me encanta!! Tiene muy buenas pintas eses libro... :)
Un abrazo muy grande linda!!
¡Hay tanta sabiduría detrás de la aparente simplicidad de los payasos!
Yo llevo dos payasos dentro que me han enseñado lo más importante que sé.
besos
Yo no puedo con los payasos, desde pequeñita me hacen llorar
debe ser mi payasa inconsciente, mi complejo, es algo que me puede, así que de este paso
besos igual amiga
Los payasos nos reflejan lo bueno y lo malo de la vida de una forma simplificada, absurda e ironizada para que nos de gracia, su trabajo no hay que menospreciarlo, hacer reír a una persona es complicado pero a todo un público es realmente difícil.
Me agrada en cierta forma lo del texto cuando compara la presentación de los payasos en un circo con la vida real, ellos realmente nos distraen de la presentación principal, o será más bien al revez?
Saludos!!!
La palbra payaso me trae melan- colía.............Es interesante porque tendríá que ser........... alegría.
Besos
Me ha parecido excelente, ya quiero tenerlo.
Saludos mi amiga desde Costa Rica. Me encantan tus recomendaciones.
El arte del payaso es un arte casi esotérico , es el arte del espejo , nos muestra nuestro absurdo.
Para mi una de las mejores muestras Jerry Lewis , en "el profesor chiflado", hace una paródia casi"chamánica" del arquetipo del seductor , mueve mogollón .
(¿O quizás sólo lo veo yo ?)
Curiosamente ese payaso lleva al León dentro que es su perfecta percepción de lo verdadero desde el Sentir y la farsa de la forma en si.
Es el León interior , auténtico , rugiendole en la oreja al farsante.
un género que ciertamente ha sufrido como ninguno el esperpento humillante de la sociedad, quiero decir, ha sufrido la ignorancia e insenbilidad de la sociedad.
cómo explica sino a idolatría casi religiosa a futbolistas incultos y simples y el desprecio a tantas cosas bellas.
Los payasos se pintan una lágrima derramada por la mejilla para que no olvidemos que, aunque nos hagan reir, vivimos en un mundo de triteza y dolor. MUAX
Vivan los payasos, aunque en ocasiones ya no te hagan ni reir.
Todos, en el fondo somos un poco payasos, aunque intentemos aparentar lo contrario.
Besos Monique
Para variar digo que a mí,los payasos me generan mucha tristeza,ignoro por qué,tengo que consultarlo con Mireya...
Aira es un notable y enigmático escritor,y éste título suyo lo desconocía,veré de leerlo.
Gracias por tu recomendación querida amiga.
Besitos
holas, buenas para ti también
un abrazo
Que excelente texto, al leerlo creo que muchos de nosotros a veces hacemos de payasos, y nos fugamos por la puerta para no ser recordados.
Como le comodín de la baraja de naipes, en la vida much@s andamos con la mascara y la cara pintada, para que nos vean como payasos, siempre vivos y felices, pero detrás de esa capa de pintura de esa mascara, estamos los verdaderos seres que somos ante un mundo duro y cruel que nos obliga a crecer, pero que también nos ofrece buenas cosas en la vida.
Saludos
Mi querida Monique, disculpa el aparente abandono, siempre te leo pero no em da chance de comentarte, pero estoy allí!
pasa por mi blog que te dejé algo...
besos y abrazos
Todos llevamso un payaso dentro, pero lo comprimimos por el peso de la socialización.Cuando lo dejamos salir es cuando somos realmente libres,
Pedro
MI AMADA HERMANA... HOY VENGO A PEDIRTE.
POR LA MAÑANA HABLÉ CON JESSICA; ESTABA MUY EMOCIONADA PORQUE ALGUIEN DEJO UN COMENTARIO PARA ELLA.
POR SU LESION NEURONAL, Y PESE A SU HERMOSURA, ESTA NIÑA SUFRE AL SENTIRSE INUTIL.
TE PIDO UNAS PALABRAS PARA ELLA. TE DEJO EL LINK:
DEJALE UNAS PALABRAS
(( Mientras enfoco la cámara para lograr una buena fotografía en un día de 33 grados de temperatura (Miércoles 30 de Enero de 2008, 15:30 hrs.), dos personas sentadas frente a la locación me observan con curiosidad. Luego me preguntan por la motivación en fotografiar el lugar... ))
Me gustan los mimos, el circo es obvio que no, bueno, solo el circo del sol.
Creo que todos llevamos un payaso dentro y se lo dejaramos salir más a menudo, la cosa cambiaria.
Besos infinitos y feliz finde, mi querida Monique.
Un payaso no es trágico ni tampoco cómico, es el espejo cómico de la tragedia y el espejo trágico de la comedia.
Saludos.
La imagen del payaso siempre me ha enfrentado a un espejo: Delante de mí, un hombre ya entrado en años se quita con paciencia su pintura blanca, va lenta y minuciosamente, borrando la sonrisa con la que recibió tantas aclamaciones ante los focos, por hacer reír a quienes pagaron por que se les hiciera reír... Tras quitarse la capa de maquillaje, recoge sus cosas, las guarda en una vieja maleta de cuero, sale de su carromato y se pierde en la oscuridad de una noche sin galas. Le sigo de lejos con la mirada. Cabizbajo se va fundiendo con la negra espesura, con toda naturalidad (ya le pierdo), como si, a pesar del circo, nunca hubiera salido de ella.
Siempre me parecen personajes tristes, los payasos.
Un beso, Monique.
nunca me han gustado los payasos, me dan penita y no me dan risa... me recuerdan a películas de mieo o de pena.. nu sé, me tengo que mirar ésto... en verdad eran para entretener y dar risa no? besos
Tienes un regalito en mi blog.
Un besito y una estrella.
Mar
Y aqui vine a parar por ciertos navegares de divague¡¡
Lindo blog¡¡
Un beso¡¡
Hermosa Monique, pues aqui de vuelta, mira que ésta interesante este post, pero realmente no puedo opinar mucho, nunca me han gustado los payasos, ahora ya los puedo ver, porque desde niña me hacían llorar del pánico que les tenía, te repito, ya los veo, pero definitivamente no son de mi agrado, una que otra vez me han sacado una sonrisilla, pero no como las que deberían, pero a pesar de esto, reconozco que muchas veces si se esmeran bastante por hacerte pasar a la gente un rato agradable.
Te dejo un abrazo
A veces somos nosotros mismos payasos de la vida misma, nosotros tratamos de ocultar nuestra tristeza a traves de esas "pinturas" es increible como nuestra obra a veces nos consume en una extensa melancolia... un abrazo Monique... y si me tendras cerca, para "molestarme" y si 3 horas a Cuba... se me hace un nudo en la garganta, daría todo por ir, pero me da miedo tambien! tu sabes porque!
bueno ese sueño tu ya lo tienes, no amiga?
Puede que ya piense como el escritor.... solo son relleno... son de bromas fáciles... no lo se-... Solo recuerso que cuando era niña lo que mas disfrutaba del circo eran los payasos... y luego cuando llevaba a mi hijo al circo lo veía disfrutar a él. Que tiene de malo una luz de alegria??? aunque sea de relleno... siempre vale la pena...
Saludos
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