domingo, octubre 08, 2006

EL GRITO (E. Munch. 1893)
Museo de Oslo.

Atenta, llena de mis fuegos, lo escuchaba y el corazón latía, pulsaba fuerte:

"Iba por un largo camino con dos amigos cuando el sol se escondía. El cielo se tornó de un momento a otro de rojo sangre, me detuve muerto de cansancio y sobre la ciudad se veía sangre y lenguas de fuego. Mis amigos continuaban caminando, pero yo temblaba de miedo y sentía que un enorme e infinito grito se perdía entre la naturaleza".


En la sala de mi casita blanca, adorna una fotografía de esta obra maestra. No me canso de obsevarla, comulgo con ella: soledad, angustia, incendio, yo interno, miedo, desasosiego, es el grito de mi vida, de mis sueños con Munch.

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