A José Antonio
Los belicosos Toltecas quedaron dormidos de pie. Tras la conquista de Chichén Itzá(Sur de México), establecieron su capital regional en la ciudad maya, obligando a éstos a edificar la ciudad según sus lineamientos.
Más tarde volverían a su original ciudad, Tula, Hidalgo. Tollan Xicocotitlan, en lengua náhuatl evoca "Lugar de tules". La zona arqueológica del mismo nombre, se localiza en el centro del país, a una hora del Distrito Federal.
Llamados Los Atlantes o Guerreros de Tula, se levantan majestuosos con su altura de más de 4 metros. ¡Impresionante!
Ataviados para la batalla, Los Atlantes vigilan desde su templo principal(pirámide B) erigido a Tlahuizcalpantecutli o Quetzalcóalt(serpiente emplumada); suprema deidad tolteca, la ciudad prehispánica de Tula, Hidalgo, perteneciente al período posclásico temprano(900-1521 de. C.)
Extinguido el imperio teotihuacano, Tula emerge en su máximo esplendor como centro administrativo, político, militar, cívico y religioso.
Vista de Los Atlantes desde el Palacio Quemado.
Yacimientos de cal, sustentaron principalmente la economía de los habitantes toltecas, aunada a la riqueza recaudada de las poblaciones conquistadas.
Emblemáticas columnas del Palacio Quemado(sede administrativa o de consejos) sorprendieron a los arqueólogos por su inusual arquitectura en Mesoamérica. Sin embargo, carece de la delicada habilidad artística de ese período.
Mirada perdida en el tiempo.
Gobernada por jefes militares y no por sacerdotes, Tula se distinguió por su fuerza y fiereza; siempre a la defensa, principalmente, de los bárbaros chichimecas.
Al igual que otras culturas mesoamericanas, el color rojo dio vida a sus murales o tableros; alusivos a Tezcatlipoca, dios tolteca de la guerra, y a Quetzalcóatl.
Muro de las serpientes
Fauna de la región esculpida por los guerreros toltecas.
Historia escrita en piedra.
Juegos de pelota, pirámides, palacios, resguardaron el poderío militar ejercido por Los Atlantes en ciudades Mesoamericanas. Los arqueólogos atribuyen el colapso de Tula, a invasiones de los grupos chichimecas.
Qué terrible realidad: Hidalgo es uno de los estados más paupérrimos del México actual.
La flora representativa del semidesierto de Hidalgo, acaricia nuestra despedida: fascinante expedición al México prehispánico.
Fotografía: Monique Camus






























