La festividad "día de muertos" recrea una tradición prehispánica en el México actual.
Especialmente las comunidades indígenas o pueblos, derrochan ofrendas colmadas de flores, frutas, dulces, comida, veladoras, para honrar a los fieles difuntos el día primero y dos de noviembre.
La UNESCO declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la celebración mexicana.
Rebosante ingenio en la confección de las famosas "Catrinas"
José Guadalupe Posada, creador mexicano de las simpáticas Catrinas.
Las catrinas remedan la elegancia de las damas ricas.

Color, picardía y creatividad, alegran la fiesta.

Celebramos la muerte y nos reímos de la vida.

Altar prehispánico dedicado a Mictlantecuhtli(Dios de la muerte).
El maíz "lo que sustenta la vida" jamás falta en las ofrendas.
Aguardiente y música ambientan la festividad.

Ostentosos y modestos altares engalanan las casas.
Catrina azteca
Fragilidad de la vida
¡Sabor!
Al igual que otros países, los mexicanos apreciamos nuestras tradiciones; forman parte de la identidad cultural, y es común en los pueblos, invitar al viajero o turista a disfrutarlas, ofreciéndole un pan calientito, un tequila o simplemente la sonrisa de bienvenida.
Fotografía: Monique C.























